miércoles, 17 de septiembre de 2014

Trovadores, juglares y payadores

De trovadores y juglares ya sabemos algo. Pero de los payadores solo tenemos referencias folklóricas en algún tema sudamericano. Sirva esta pequeña reseña de homenaje a estos poetas del pueblo, capaces de crear belleza uniendo palabras y música.

Payada en una pulpería. Cuadro de Carlos Morel (1813 -1894)

La payada, en Argentina, Uruguay, sur de Brasil, y parte de Paraguay , o paya en Chile, es un arte poético musical perteneciente a la cultura hispánica, que adquirió un gran desarrollo en el Cono Sur de América, en el que una persona, el payador, improvisa un recitado en rima y acompañado de una guitarra. Cuando la payada es a dúo se denomina contrapunto y toma la forma de un duelo cantado, en el que cada payador debe contestar payando las preguntas de su contrincante, para luego pasar a preguntar del mismo modo. Estas payadas a dúo suelen durar horas, a veces días, y terminan cuando uno de los cantores no responde inmediatamente a la pregunta de su contendiente.
Es un arte emparentado con el versolarismo vasco, el trovo alpujarreño y el repentismo cubano. Este tipo de "discusión dialéctica" responde a un patrón que ha estado presente en un gran número de culturas, y forma parte de la tradición asiática, de las culturas griega y romana y de la historia del Mediterráneo musulmán.

Algunas referencias a los payadores y a las pulperías las encontramos en cuadros como el anterior y en canciones como este valsecito criollo compuesto en 1929 por Enrique Maciel, con letra de Héctor Pedro Blomberg, y que aquí interpreta Andrés Calamaro.


Era rubia y sus ojos celestes
reflejaban la gloria del día
y cantaba como una calandria
la pulpera de Santa Lucía.

Era flor de la vieja parroquia.
¿Quién fue el gaucho que no la quería?
Los soldados de cuatro cuarteles
suspiraban en la pulpería.

Le cantó el payador mazorquero
con un dulce gemir de vihuelas
en la reja que olía a jazmines,
en el patio que olía a diamelas.

"Con el alma te quiero, pulpera,
y algún día tendrás que ser mía,
mientras llenan las noches del barrio
las guitarras de Santa Lucía".
La llevó un payador de Lavalle
cuando el año cuarenta moría;
ya no alumbran sus ojos celestes
la parroquia de Santa Lucía.

No volvieron los trompas de Rosas
a cantarle vidalas y cielos.
En la reja de la pulpería
los jazmines lloraban de celos.

Y volvió el payador mazorquero
a cantar en el patio vacío
la doliente y postrer serenata
que llevábase el viento del río:

¿Dónde estás con tus ojos celestes,
oh pulpera que no fuiste mía?"
¡Cómo lloran por ti las guitarras,
las guitarras de Santa Lucía!

viernes, 13 de junio de 2014

NUEVA REVISTA PARA EL IES

El IES San Andrés tiene nueva revista.  Espero que sea del agrado de todos.


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Si quieres, puedes descargarla e imprimirla, o simplemente, tenerla en tu librero.